COVID-19 Información actualizada sobre las vías de transmisión del SARS-CoV-2

COVID-19: Información actualizada sobre las vías de transmisión del SARS-CoV-2

El Ministerio de Ciencia e Innovación de España publicó el pasado mes de octubre un informe científico sobre vías de transmisión SARS-CoV-2. Elaborado por 9 expertos en la materia, recopila las posibles vías de transmisión del virus. Además, se ahonda en el papel de la transmisión por aerosoles y otras posibles vías de transmisión. Por otra parte, se incluyen recomendaciones que tener en cuenta para frenar la transmisión tanto como sea posible.

¿Cuáles son las principales vías de transmisión?

Tal y como indica el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente se consideran vías de transmisión de la COVID-19:

  • Gotículas (también conocidas como gotas de Flugge). Son de gran tamaño y se emiten al realizar diferentes acciones (cantar, hablar, toser, respirar…). Pueden impactar en los ojos, en las fosas nasales o en la boca de otra persona si se encuentra a menos de 1 metro de distancia.
  • Aerosoles. Se trata de partículas emitidas junto a las gotículas, pero con un tamaño mucho más reducido. Su particularidad es que pueden permanecer en suspensión en el aire. Pueden infectar al ser inhaladas y depositadas en diferentes partes del sistema respiratorio, ya sea por ser respiradas en proximidad cercana o por compartir aire en espacios cerrados. Según la OMS, esta situación sucede especialmente en ambientes interiores mal ventilados y con una gran densidad de ocupación.
  • Contacto directo con una persona infectada.
  • Contacto indirecto con alguna superficie contaminada. El virus permanece estable durante horas en las superficies, aunque no se ha reportado un número significativo de contagios por esta vía. Sin embargo, la higiene de manos representa un elemento imprescindible en la lucha contra la propagación de la enfermedad.

La importancia de los aerosoles en la propagación del SARS-CoV-2

Acciones como respirar, hablar, gritar, cantar, toser o estornudar provocan la dispersión de abundantes partículas. En el caso de los aerosoles, viajan entre 1 y 2 metros antes de caer al suelo. Como hemos indicado, estas partículas permanecen en suspensión en el aire. En definitiva, en ambientes interiores, en los que el aire no se renueva ni circula, los aerosoles permanecen durante más tiempo, multiplicando su capacidad infectiva. Por otra parte, algunos estudios indican que la infectividad del virus procedente de aerosoles puede ser mayor. Al penetrar profundamente en los pulmones, podría causar un cuadro más severo de síntomas derivados de la enfermedad COVID-19.

Además, las agencias de salud pública de países como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos señalan la inhalación de aerosoles como una de las principales vías de contagio de esta enfermedad. En definitiva, este virus se transmite fundamentalmente por vía respiratoria.

Precaución en espacios cerrados

Aunque la comunidad científica no puede ofrecer una respuesta definitiva respecto al papel de los aerosoles en la transmisión del SARS-CoV-2, se cuenta con una gran cantidad de evidencias que señalan en esta dirección:

  • El riesgo de infección en el ambiente interior es unas 20 veces mayor que al aire libre. Un estudio realizado en China a principios de este año demuestra que la transmisión se produjo de forma más habitual en ambientes cerrados en los que las personas se expusieron al virus en periodos prolongados.
  • La falta de ventilación aumenta las posibilidades de que se produzca una infección, como sucede en otras enfermedades transmitidas por vía aérea como, por ejemplo, la tuberculosis.
  • Los aerosoles flotan como el humo, lo que multiplica las oportunidades de ser inhalados.

Otras vías de transmisión

Las heces y la orina, la sangre, la transmisión vertical (de madre a hijo durante el embarazo en la lactancia) y el contacto con animales afectados por el SARS-CoV-2 representan otras posibles vías de transmisión del virus. Aunque no están totalmente confirmadas, se recomienda encarecidamente extremar las precauciones.

Medidas eficaces para reducir el riesgo

Conocer cómo funciona la transmisión del virus es un factor importantísimo para comprender cómo podemos reducir el riesgo de contagio. La metáfora de una nube de humo es perfecta para comprender cómo viaja el SARS-CoV-2 por el aire.

Uso de mascarillas

Es importante el uso de mascarillas homologadas y útiles para prevenir el contacto con el virus. Además, deben estar bien ajustadas a la cara, para evitar fugas. No se deben reutilizar y se debe extremar la higiene, evitando tocarlas durante el uso.

Higiene de manos

La higiene de manos con agua y jabón o con el uso de geles hidroalcohólicos homologados es esencial para eliminar cualquier oportunidad de transmisión del virus por contacto con superficies infectadas.

Actividades al aire libre

Los expertos recomiendan encarecidamente el desarrollo de actividades al aire libre. Y es que, con distancia de seguridad y la mascarilla bien ajustada, la probabilidad de contagio es muy baja.

Teletrabajo y formación online

La reducción de desplazamientos innecesarios a oficinas y actividades formativas, siempre que sean realizables de forma online, se considera una forma eficaz de reducir las probabilidades de que se produzcan contagios.

Filtración y ventilación, la clave

Se recomienda el uso de mecanismos de filtración y ventilación del aire, para eliminar los posibles aerosoles presentes en el ambiente. Conseguir una ventilación natural adecuada, recircular el aire mantener aforos limitados son cuestiones que tener en cuenta, además de potenciar le uso de sistemas de desinfección apropiados.

En resumen, y ante la evidencia de que los aerosoles pueden jugar un papel fundamental en la transmisión del virus, se recomienda la promoción de actividades en exteriores, además del uso de mascarillas y el respeto total por la distancia personal.

Accede aquí al informe completo publicado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.