Evolución del COVID19 ante la nueva situación de desconfinamiento

La evolución del COVID19 ante la una nueva situación de desconfinamiento de la Pandemia nos plantea un nuevo caso relevante de estudio que a continuación detallamos, gracias al documento elaborado desde la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA).

Residencias de mayores

Se plantearía una inspección integral que contemple el conjunto de aspectos higiénicosanitarios a considerar: suministro de agua potable, saneamiento, aguas recreativas (piscinas, spas, …), fuentes ornamentales, riego de jardines, calidad del aire interior, ruido, radón, instalaciones de riesgo frente a legionelosis, comedores colectivos, control vectorial, limpieza y desinfección, sustancias químicas utilizadas con diferentes fines, etc.; en definitiva, conocer con enjundia las condiciones en las que viven nuestros mayores. Se podría apoyar esta inspección recabando los recursos humanos con que cuentan en cada residencia y su cualificación.

Se cree que, en la mayoría de los casos, las medidas correctoras serían de fácil aplicación: ventilación adecuada, vigilar la no presencia de hongos ambientales y controlar los aparatos de combustión, empleo de materiales menos contaminantes (pinturas, productos de limpieza, mobiliario, etc.…), evitar la presencia de moquetas, etc.

Limpieza y desinfección en el hogar y para espacios de pública concurrencia

No conviene bajar la guardia ante la situación de desconfinamiento progresivo y resulta imprescindible mantener las pautas que se establecieron para la fase de confinamiento.

A la espera de conocer estos aspectos, en España se ha hecho una apuesta fuerte por la ventilación, limpieza y desinfección, utilizando para la desinfección los viricidas aconsejados por el Ministerio de Sanidad.

Ventilación

El propósito de ventilación de los espacios cerrados, es mantener una buena calidad del aire interior, garantizando que ese aire es seguro de respirar. El hacinamiento y la falta de aportación de aire fresco, son factores que favorecen la transmisión del virus. En cualquier caso, no se debe favorecer la producción de corrientes de aire mientras permanecen las personas en el interior.

Limpieza

La limpieza elimina gérmenes, suciedad e impurezas mientras que la desinfección mata los gérmenes en esas superficies y objetos. Por ello, es muy importante que haya una buena limpieza antes de proceder a la desinfección. Atendiendo a lo dispuesto en la Orden SND/271/2020, de 19 de marzo, por la que se establecen instrucciones sobre gestión de residuos en la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, la gestión de los residuos procedentes de hogares sin positivo o en cuarentena por COVID-19, continuará realizándose del modo habitual conforme a la normativa ordinaria de gestión de residuos. Por el contrario, los residuos en hogares con positivos o en cuarentena por COVID-19, requieren del uso de hasta tres bolsas para garantizar una correcta gestión.

El hogar, la vivienda

Tanto la lejía doméstica diluida al 0,1-0,5 %, como el etanol, diluido al 62-70%, se muestran muy eficaces en la inactivación del virus y son los productos de elección en el ámbito del hogar.

Infraestructuras sanitarias e instalaciones

De abastecimiento

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no hay ninguna evidencia de riesgo de transmisión de coronavirus a través del agua de consumo15 .

El agua es un elemento esencial para la vida; en este sentido, las empresas proveedoras han adoptado medidas para mantener y garantizar este suministro. Por ello, cuando en las diferentes pautas de higiene se enfatiza en el lavado de manos con jabón, es importante hacerlo con el agua que nos llega al grifo de nuestras viviendas.

Además de que el agua no puede transmitir este coronavirus, la desinfección a la que se le somete antes de su distribución, hace que tampoco se encuentren en el agua otros potenciales patógenos.

Residuales

No solo la provisión de agua potable es necesaria y vital. La recogida de las aguas residuales también es fundamental. El Sistema Integral de Saneamiento recoge las aguas residuales y las lleva a las estaciones depuradoras de aguas residuales, donde se someten a diversos tratamientos, tanto de tipo físico, como químico y biológico.

Si bien los pacientes pueden eliminar coronavirus por heces, la evidencia científica disponible asegura que la transmisión es muy poco probable. No obstante, las recomendaciones que se hacen en el documento del Ministerio de Sanidad titulado “Manejo domiciliario del COVID-19” es que, si fuese posible, “los casos dispongan de un baño para uso exclusivo para uso del paciente, o en su defecto, deberá ser limpiado con lejía doméstica tras cada uso que haga el paciente”.

Abundando en ello, la ruta de transmisión fecal-oral para las infecciones por SARS-CoV2 está implícitamente reconocida por la OMS. Por ello, los baños, no solo de las casas sino los de los edificios de pública concurrencia pueden ser un punto de riesgo relevante. La descarga del agua de los WC puede generar aerosoles por lo que, por precaución, se bajará la tapa antes accionar la descarga. Las aguas residuales generadas se evacúan a través de los sistemas de saneamiento y llegarán a las depuradoras donde son gestionadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que esta buena gestión hace que los coronavirus se inactiven.

Infraestructuras con agua y riesgo de legionelosis

A nadie se le escapa la importancia que tiene en estos momentos llevar a cabo una buena prevención de casos de legionelosis. La afectación neumónica de ambos microorganismos, legionella y el SARS-CoV-2, caso de llegar a producirse algún brote de legionelosis, podría generar una mayor alarma e inquietud social, justo cuando se pretende avanzar en las fases de desconfinamiento. De ahí la gran importancia de que, desde Sanidad Ambiental de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, se preste una gran atención a la prevención de la legionelosis.

Quizá, y allá donde se pueda, es un buen momento para lanzar una estrategia de prevención y control de la legionelosis, no en torno a cada tipo de instalación de riesgo, sino en torno a tipos de edificios: hospitales, centros sociosanitarios, hoteles, industria alimentaria, edificios públicos, edificios privados, etc., de tal forma que las pautas que se establezcan sean para el edificio completo y contemple el conjunto de instalaciones de riesgo que cada tipo contenga: sistemas de agua fría de consumo humano, sistemas de agua caliente sanitaria, sistemas de agua de baño y fuentes ornamentales, torres de refrigeración y similares, etc., así como los otros aspectos higiénico-sanitarios que 13 concurren en los mismos: calidad del aire interior, control vectorial y sobre todo, la preceptiva limpieza y desinfección general que necesariamente deberá considerarse previa a la reapertura de estos centros.

La integridad de acción ante la reapertura de los hoteles y alojamientos que han permanecido cerrados, bien pueden servir de modelo, porque al hecho de la prevención de la legionelosis, se unen otros aspectos higiénico-sanitarios que le darían a la acción de Salud Ambiental esa necesaria visión de integralidad.

Este esquema integral, se sugiere, contenga los siguientes apartados:

  • Limpieza y desinfección general.
  • Calidad el agua y prevención de la legionelosis.
  • Sistemas de ventilación y climatización: calidad del aire interior.
  • Control vectorial.

Información extraída del documento titulado “Estrategia desde la Salud Ambiental. Situación de desconfinamiento” de la Sociedad Española de Salud Ambiental que puedes descargar aquí.